2010/11/13


Ariculo sacado del Deia y que refleja la situación de un pais al que no han dejado ni dejan decidir sobre su futuro
, una vergüenza que ya dure demasiados años:

AÑO 1991. Hace ya diecinueve años que el Frente Polisario decidió firmar un alto el fuego con Marruecos. ¿Por qué? Porque la comunidad internacional se comprometió a hacer cumplir la legalidad internacional. De hecho, hace ya dieciocho años, en 1992, que la Organización de Naciones Unidas (ONU) tiene una misión en el Sahara Occidental con el objetivo de que el referéndum de autodeterminación del Sahara Occidental se lleve a cabo y termine así el proceso de descolonización del Sahara Occidental que España no terminó en 1975, hace ya 35 años, tal y como tenía que hacer, después de que la ONU declarara el Sahara Occidental como territorio no autónomo en 1963, hace ya cuarenta y siete años.

Así que la pregunta es de libro: si el Sahara Occidental es para la ONU territorio no autónomo desde 1963; si España tenía que haber terminado su proceso de descolonización en 1975; si en 1991 hay un alto el fuego porque en 1992 se iba a realizar un referéndum de autodeterminación en el Sahara Occidental… ¿por qué estamos en 2010 hablando del ataque militar marroquí contra población civil?

Desgraciadamente, la respuesta también es sencilla. Porque la comunidad internacional no ha impuesto la legalidad internacional. Porque entre la legalidad internacional y los intereses nacionales, cada uno los suyos, los grandes estados de la comunidad internacional, mayoritariamente, han optado por primar sus intereses y dejar abandonado a su suerte al pueblo saharaui, verdadero pagano de este desaguisado.

Ahora nos encontramos con una situación que, lejos de arreglarse, se va complicando con los años. Desde nuestro punto de vista, es urgente actuar con decisión en dos ámbitos diferentes. Primero, está el respeto a los derechos humanos. La ONU tiene desde 1992 una misión en el Sahara Occidental, la Minurso, que está encargada de organizar el referéndum de autodeterminación en el Sahara Occidental. Dicha misión no tiene la potestad de hacer respetar los derechos humanos. Y debe tenerla ya. Entre otras cosas, para que pueda ejercer de fuerza de interposición. Para ello es necesario que se debata en el Consejo de Seguridad de la ONU y que la decisión que allí se tome no sea vetada por ningún país. Es necesario pues, que Francia cambie su actitud al respecto y permita que la vigilancia de los derechos humanos forme parte del trabajo de la Minurso en el Sahara Occidental.

El segundo ámbito de trabajo es el estrictamente político. El Sahara Occidental lleva ya dieciocho años esperando a que se lleve a cabo el referéndum de autodeterminación que la comunidad internacional decidió organizar para así dar fin a su proceso de descolonización. No caben más demoras, porque no hay ninguna razón de legalidad que impida que dicho referéndum se lleve a cabo.

Es necesario, pues, que la comunidad internacional adopte una postura decidida por cumplir y hacer cumplir la ley, y le envíe un mensaje nítido a Marruecos: o se cumple con lo que la legalidad internacional exige, o se tomarán medidas diplomáticas y económicas para que esta se cumpla. Y en ello tiene un papel clave España, que sigue siendo la potencia administradora, mientras que Marruecos es la potencia ocupante.

A España le corresponde liderar a la comunidad internacional, comenzando por la Unión Europea, para que el pueblo saharaui pueda decidir libremente su futuro. Debe ponerse a la tarea sin más dilación, porque se está comprobando que el paso del tiempo no solo no arregla la situación sino que la complica. Y cuando se invoca la legalidad internacional para no reconocer la independencia de un Estado, como en el caso de Kosovo, también hay que recordar que esa misma legalidad internacional le impone a uno unos deberes que no puede ni debe eludir. Por eso, tiene que terminar de una vez con el discurso que sugiere una equidistancia española entre las reivindicaciones marroquíes y las saharauis, entre colonos y ocupados, entre víctimas y verdugos.

Primero, porque las reivindicaciones marroquíes sobre el Sahara Occidental no son legítimas, y las saharauis sí. Y segundo, porque si España verdaderamente fuera equidistante respecto a Marruecos y el Sahara Occidental, reconocería al Frente Polisario como legítimo representante del pueblo saharaui. No estaría mal que el reconocimiento de la República Árabe Saharaui Democrática fuera una primera aportación española al cambio de actitud de la Unión Europea. No hay que olvidar que son más de 81 los estados que reconocen a la RASD.

Por todo ello, es el momento de no abandonar nuevamente a su suerte al pueblo saharaui. No dejemos que pase más tiempo, demasiadas muertes, demasiadas violaciones de los Derechos Humanos, no dejemos que sea más tarde, demasiado tarde. Por respeto a la legalidad internacional y porque no tengamos que lamentar que vuelva la guerra porque si la guerra vuelve, la comunidad internacional además de haber demostrado su incompetencia, escribirá con letras bien grandes que los conflictos no se resuelven a través del respeto a la legalidad, sino a través de la guerra. Triste mensaje sería ese.


¡¡¡ MARRUECOS CULPABLE, ESPAÑA RESPONSABLE !!!

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